[Fic] My Dream Novel. Cap 2

Éste es un fanfic en que la historia trata sobre tí, con tu JUMP favorito, pero para hacerlo primero tienes que seguir las siguientes instrucciones: AQUÍ

Título: My Dream Novel
Autor: Inuyka
Genero: Hetero
Pareja: Tú con ¿?
Capítulo: 1/2
Comentarios: No se porque pero yo pensaba que este episodio ya estaba colgado... pero parece ser que había algún problema en que no se veía y no se que más, en fin problemas tecnicos así que lo vuelvo a colgar.

Cuando las clases acabaron me quedé en clase, ya que esa semana me tocaba limpiarla a mi, la verdad es que nunca me acostumbraré a este tipo de costumbres japonesas… en España no se hacía nada de esto...


- POV Externo-

[3] iba camino a los vestidores del club de [7], al entrar allí se encontró a dos chicos besándose apoyados en una columna en medio del vestidor. Uno de esos chicos era [6], de su propio equipo de [7], ¿pero el otro no era [5]-kun? ¿Qué hacía besándose con otro chico? ¿No se suponía que salía con [1]?
La rabia empezó a apoderarse de él. Entendía que a [1] le gustase otro chico que no fuera él, entendía que le gustase [5] y que saliera con él. Incluso toleraba que se abrazaran en público sin decir nada, pero lo que no iba a dejar pasar de largo es que [5] le pusiera los cuernos justo cuando hacía apenas un día que estaban saliendo.

Sin pensarlo mucho se abalanzó corriendo hacia los dos chicos y le dio un puñetazo a [5], haciendo que cayera al suelo.

- ¡¿Cómo puedes hacerle esto a [1]?! ¿Como te atreves [5]-kun?
- A… ¿a que te refieres? – dijo [4] aún desde el suelo.
- ¡Digo que, que haces besándote con [6] si estas saliendo con [1]! – dijo [3] a punto de perder su paciencia otra vez.
- ¿A que se refiere [4]? – Esta vez era [6] el que hablaba.
- ¿Yo y [1] saliendo? Que yo sepa no estamos saliendo – hizo una pausa y siguió hablando - ¿Desde cuando?
- Desde ayer en las escaleras, ¿o ya te has olvidado? - Le contestó no muy amigable [3]- mi intención no era escucharos, pero lo hice. –dijo con un suspiro final.
- ¡Yo no me declaré a [1]! Por favor, si… si… soy gay. –dijo [4] entendiendo al fin lo que había pasado. – a mi desde siempre me ha gustado [6].

El nombrado lo miró y le sonrió para darle la mano y ayudar-lo a levantarse del suelo. Una vez [4] se hubo puesto de pie otra vez, volvió a hablar.

- Yo… me quería declarar, y no sabia como así que le pedí a [1] que me ayudara a ensayar, que hiciera de [6] -luego miró a [6] y siguió hablando – se que parece una tontería, pero realmente estaba muy nervioso…
- Así que… - empezó a decir [3] – que tú y [1] no…
- No, no estamos saliendo. – le cortó [4] – ella, es toda para ti, tranquilo.
- Eh… eh.. –empezó a balbucear [3] – yo no…
- Deberías hablar con ella – le volvió a cortar- estaba preocupada por que durante todo el día la has estado evitando. De echo, ahora mismo estará en la clase, hoy le tocaba limpieza.
- Lo siento mucho [5] –dijo de repente [3] haciendo una reverencia – he llegado y te he golpeado sin saber exactamente lo que pasaba.- concluyó pero sin levantar aún la cabeza, estaba realmente arrepentido.
- No pasa nada – le contestó él poniéndole la mano en el hombro y haciendo que [3] levantara la cabeza.
- Gracias – dijo [3] y justo después empezó a correr en dirección a la puerta.
- ¿Y el entrenamiento de hoy? – preguntó [6] con una sonrisa
- ¡Dile al entrenador que no me encontraba bien! – le contestó [3] desde la puerta.

Cuando hubo salido [6] se giró hacia [4] y le sonrió con dulzura, justo después le dio un suave beso dónde [3] momentos antes le había golpeado. Este le devolvió la sonrisa y cuando [6] se empezaba a separar, lo cogió por la camisa tirando de ella sin ningún esfuerzo y acercando la cara de [6] para darle un beso, esta vez más apasionado que el anterior.


- [1]’s POV-

Llevaba casi una hora limpiando pero por fin había terminado. Solo me faltaba guardar las cosas y ya podría irme.
En ese instante oí como alguien se acercaba rápidamente, pero no le di importancia hasta que noté como entraba en la clase.

- Hola – me dijo [3] mientras me giraba.
- Ho…hola – le dije yo sorprendida- ¿Qué haces aquí? ¿No tienes entrenamiento de [7]?
- Si… pero hoy… no voy a ir. – me lo quedé mirando. No entendía porque no iba al entrenamiento y ni que hacia aquí. De echo, no sabia ni porque me estaba hablando, después de haberme ignorado durante todo el día…
- Siento lo de hoy… - empezó a decir mientras se acercaba peligrosamente – se que he actuado como un estúpido, yo… realmente lo siento.

Cuando acabó de decir eso me abrazó sin darme tiempo a reaccionar. Y se quedó en esa posición un buen rato, hasta que al fin pude articular algunas palabras, aunque torpemente.

- No… no pasa nada – dije con gran esfuerzo.
- [5] me dijo que estabas preocupada.
- ¿Eh? – dije yo, ¿había hablado con [4]? ¿Y porqué [4] le había dicho eso? – bueno… no tanto – dije al final mientras me auto maldecía por mi estúpida respuesta

[3] sonrió y se separó

- ¿Te ayudo a guardar esto? – dijo señalando los pocos utensilios que quedaban de la limpieza.
- No hace falta - le contesté – solo quedan estas tres cosas.
- Vale – contestó [3] cogiéndolas y llevándolas al armario.

Yo, sin poder oponerme me quedé mirándolo como acababa de hacer mi tarea. Cuando acabó nos fuimos andando hasta casa, la mía estaba más cerca así que él, me acompañó hasta la puerta y yo le invité a pasar.
Por suerte mis padres no estaban en casa, porque si no ya me los imaginaba por el resto de sus día cinchándome con que [3] era mi novio. Aunque en caso de que fuera verdad no me importaría, pero como no lo era…

Después de comer algo subimos a la habitación a estudiar.

- [3] – él paró de escribir y me miró con una sonrisa - ¿hoy no tienes que darle clase a nadie?
- No, hoy no, recuerda que tengo entrenamiento – la última frase la dijo marcándola más y acompañada del moviendo de sus dedos haciendo la forma de las comillas.
- Te tienen explotado, que lo sepas – le dije yo. Me molestaba que todas las chicas de clase estuvieran todo el rato pidiéndole ayuda, aparte de que no me dejaban estar con él, no le daban tiempo a [3] para sus propias cosas. – Y tú eres demasiado bueno y te dejas.

Él me sonrió con una sonrisa traviesa y volvió a escribir mientras murmuraba algo que no llegué a alcanzar.

- ¿Qué has dicho? – le pregunté curiosa.
- Nada, nada –dijo él mientras seguía estudiando
- ¡Dímelo! – le supliqué
- No
- Ahora ya no me puedo concentrar, necesito saberlo – le dije yo haciendo un puchero.
- Me parece bien – dijo estirándose – a mi tampoco me apetece estudiar.
[3] se levantó y se sentó en la cama, luego se tumbó para estirarse otra vez y cuando acabó se volvió a sentar. Cuando acabó me hizo señas con la mano para que me fuera a sentar a su lado. Yo tímidamente lo hice.
Cuando me había sentado en la cama, a su lado, empezó a hablar.

- [1], te decía si estabas celosa.
- ¿¡Eeeeh?! – dije yo pegando un bote. Claro que estaba celosa, pero no lo iba a reconocer, se notaría demasiado.
- ¿Por qué no dices nada? – me preguntó el con una sonrisa – tranquila que no te voy a comer. – y luego bajó la cabeza murmurando otra vez cosas que no entendía.
- ¿Qué dices? – le pregunté yo
- Que no te voy a comer.
- No, me refería a lo que has susurrado justo después.
- Eres muy curiosa [1]
- Y tú lo sabes y te aprovechas de ello – le contesté.


Me levanté para ir a estudiar otra vez cuando [3] me cogió del brazo tirando hacia él y haciendo que cayera otra vez, pero esta vez encima suyo. Cuando me di cuenta lo tenía a escasos centímetros de mi boca notando como mi respiración chocaba contra la suya.

- Decía… - empezó a decir en un susurro – no te voy a comer a no ser…

Pero [3] no pudo acabar la frase, porque le besé, crucé el poco espacio que quedaba entre los dos y junté nuestras bocas sin darme cuenta de lo que hacia.
En el momento en que nos empezamos a besar él empezó a mover sus labios, a lo que yo respondí de inmediato. El beso fue bastante largo, aunque a mi me pareció corto.
Cuando nos separamos [3] volvió a hablar

- Que no te iba a comer a no ser que tu quisieras – dijo con un susurro mientras sonreía y me miraba a los ojos.

Nos quedamos mirando a escasos centímetros y otra vez, poco a poco nos fuimos acercando hasta juntarnos de nuevo y besarnos, esta vez más apasionadamente, dejando que nuestras lenguas jugaran juntas.
Cuando volvió a faltar el aire nos separamos, pero esta vez, la distancia duró poco, el tiempo necesario para inhalar.
Cuando nos estábamos besando por tercera vez, noté como [3] me empezaba a acariciar la espalda, yo moví mi brazo también y lo situé en su nuca, acariciando de vez en cuando su cabello.
Noté, mientras no paraba de besarme como su mano se empezaba a deslizar hacia debajo de mi camiseta, pero de repente su teléfono móvil empezó a sonar.

Era su madre, que necesitaba que le fuera a comprar unas cosas, y que ya era tarde. De hecho cuando miramos la hora ya eran pasadas las 8.
[3] me sonrió y se despidió de mi con un suave beso en los labios.

- Adiós [1], ¡hasta mañana! – dijo mientras se alejaba despidiéndose con la mano.

Al día siguiente cuando llegué a clase [3] no había llegado aún así que me senté en mi pupitre y me dediqué a mirar por la ventana.
Pronto noté unas manos que me tapaban los ojos, no era necesaria ser una experta para saber quién era.

- No veo [3]
- De eso se trata – me dijo él destapándome los ojos y sentándose en su silla pero mirándome. – Oye [1], ¿quieres ir a algún sitio esta tarde?
- ¿Es una cita? – pregunté yo emocionada – a lo que él asintió con al cabeza – ¡claro! – contesté yo contenta.

En ese momento apareció una de esas chicas que me caían tan “bien” rompiendo mi burbuja de felicidad.

- Oye [2]-kun ¿te importaría explicarme estos deberes? Es que no los he entendido muy bien…
- No puedo ahora Shibata-san – le contestó [3] – ahora estoy hablando con [1] – le contestó con una sonrisa. Cuando la chica se hubo alejado lo suficiente, me dijo susurrando – ¿contenta?
- Bueno… te has librado de una, pero pronto vendrán más.

Ante ese comentario, [3] sonrió y se levantó se puso delante mío y me indicó con señas que yo también me levantara, cuando lo hice, me acarició el pelo con una mano y luego se acercó poco a poca hasta besarme.
Obviamente cuando hizo eso toda la clase, incluyendo a [4], que acababa de entrar se nos quedaron mirando. Aunque pasadas dos milésimas de segundo me daba absolutamente igual quién estuviera mirándome y quién no.

Cuando nos separamos, me volvió a dar un suave beso y me susurró un “te quiero”

- Y ahora, ya no molestaran más – me dijo sonriendo divertido.
- Yo también te quiero – le dije, y lo volví a besar, por si había alguna chica que aún no había visto a quién le pertenecía [2] [3], y porque negarlo, porque me gustaba besarlo.

FIN