lunes, 31 de enero de 2011

[Fic] Yoru ni osake wo nomu tame ni. Cap 1

Título: Yoru ni osake wo nomu tame ni (A causa de beber sake en por la noche)
Autor: Inuyka
Genero: Yaoi (Lemon)
Pareja: Inobu – Takachi (poquito)
Capítulo: 1/4


Inoos’ POV

Miro el reloj y veo que ya son las cinco y veintisiete. Lo miro a él de reojo mientras duerme placidamente sobre mi cama, quizás debería despertar-lo, luego no dormirá por la noche, aunque… tampoco es tan tarde mis padres siempre se quedan haciendo la siesta hasta las seis. Sí, le despertaré a las seis.
Vuelvo a mirar y esta vez me lo quedo mirando fijamente con una sonrisa, sinceramente no me esperaba, cuando esta mañana me ha pedido de venir a casa, que después de comer se echaría a mi cama a dormir. Aunque no me molesta, así he podido avanzar un poco con los estudios de la universidad, y a decir verdad me encanta quedarme mirándolo mientras duerme.
Se mueve mientras mormura algo incomprensible, ¿en que estará soñando? Se vuelve a girar y a murmurar, aunque esta vez sí comprendo lo que dice, ha susurrado mi nombre. ¿el mío? ¿Por que debería hacerlo?

-mm… Inoo… - vuelve a decir.
- dime Yabu – le contesto con una sonrisa aunque se perfectamente que esta dormido y que no puede oírme.

Inconscientemente, aparto de mi vista el ordenador, me levanto para después sentarme en la punta de la cama y quedarme mirándolo fijamente con una sonrisa embobada.
Acerco lentamente mi mano hacia su cuerpo, se que no debería hacerlo, pero mi cuerpo ya no me responde. Cuando justo estoy a unos pocos centímetros de su espalda reacciono y la aparto rápidamente.
“Inoo para!” me digo para mis adentros. “Esto no está bien, es un chico, como tu…” Entonces la sonrisa que hasta entonces ha estado presente en mi cara desaparece, para ser reemplazada por una de más triste y melancólica. ¿Qué pensarías de mí si supieras que estoy enamorado de ti? ¿Seguirías hablándome como siempre o te alejarías de mí? Bueno, eso es algo que no voy a saber nunca porque jamás te voy a contar que te quiero.

-¿Que pasa? – dices con voz soñolienta mientras te incorporas - ¿Y esa cara? – me preguntas sorprendido.
- Nada – digo cambiando mi cara y volviendo a mostrar la sonrisa de siempre – te iba a levantar que ya son las… - miro el reloj para estar seguro de la hora que es cuando veo que ya son casi las seis. Dios, ¿he estado media hora mirándote embobado? – las seis – digo al fin levantándome y volviendo hacia mi ordenador.
- Siento haberme quedado dormido – dices mientras te incorporas y te frotas los ojos – es que estoy muy cansado… tantos ensayos me van a matar.

Yo desde el ordenador te sonrío sin dejar de mirar al ordenador y sigo escribiendo en él.
De repente le levantas y te sientas a mi lado derecho, en el suelo mirando fijamente la pantalla del ordenador.

- ¿Por qué te sientas en el suelo?
- No se… me concentro mejor…
- Que raro eres – murmuras con una sonrisa – ¿no te queda mucho verdad?
- Cinco minutos – contesto mientras sigo tecleando.
- Bien, avísame cuando acabes – dicho esto apoyas tu cabeza en mi hombro y cierras tus ojos.

Ante el contacto dejo de escribir automáticamente y te miro de reojo, ¿Por qué me haces esto? ¿Qué no ves que estando tan cerca no me puedo concentrar?
Tú notas que he parado de escribir y abres los ojos mientras levantas tu cabeza.

- Perdón… ¿te molesta la cabeza?
- ¿Eh? –Digo volviendo a la realidad – no, no, es solo que estaba pensando.
- Ok… - dices mientras cierras los ojos de nuevo y vuelves a apoyar la cabeza.

Yo suspiro, creo que demasiado fuerte, y empiezo otra vez a escribir. Al cabo de poco ya he acabado.
Te miro otra vez y pareces dormido, sonrío al pensar que te duermes demasiado rápido. Esta vez mi cuerpo se vuelve a mover solo y no lo detengo, no quiero hacerlo. Con mi mano izquierda y acaricio suavemente tu pelo. “Solo un par de caricias, no quiero nada más” Me digo a mí mismo, así que cuando lo he hecho separo mi mano.

- M… no pares… - me dices flojito – me gusta que me toquen el pelo… se siente bien…

Yo no puedo evitar entrar en pánico, ¿estabas despierto? ¡Mierda! Empiezo a ponerme nervioso, pero recuerdo que has dicho que no parara así que decido auto-tranquilizarme y actuar como si no pasara nada. Vuelvo mi mano hacia tu cabello y vuelvo a jugar con él. Me encanta tu pelo, es muy suave y liso, incluso desde donde estoy huelo tu aroma, huele muy bien, a cítricos. Cierro los ojos unos instantes para aprovechar al máximo este momento, pero luego prefiero volverlos a abrir para seguir mirándote.
Al cabo de un rato abres tus ojos y me miras, yo suelto tu pelo y bajo mi mano.

- ¿Por qué te paras? – preguntas.
- Eres un caprichoso Yabu… - te contesto yo. Mientras separas tu cabeza de mi hombro derecho, yo no puedo evitar pensar que ahora pesa demasiado poco.
- Me has recordado a mi antigua novia – dices mientras te estiras – le encantaba tocarme el pelo.
- No me extraña – se me escapa. Tu me miras con confusión pero reacciono rápido – me refiero a que a mí también me encanta tocar el pelo de la gente. – miento, solo me gusta acariciar tú pelo.

Tú me sonríes ya que te has creído mi mentira y te levantas.

- Tengo hambre… ¿me das algo para merendar?
- Mejor te hago la cena – te contesto mirando la hora.
- ¡Vale!

Bajamos al piso de abajado dónde está la cocina y ponemos a calentar agua en el fuego para preparar ramen, cuando recibe una llamada de Hikaru. Habla con él durante casi cinco minutos enteros. Cuando cuelga, deja el móvil encima de la mesa y se agacha un poquito para que yo pueda verle desde arriba. Luego me pone carita de perrito abandonado. Esa postura solo la hace cuando va a pedirme algo.

- Inoo… - dice con voz dulce- Hikaru me ha dicho que va a salir de fiesta con Daiki y Takaki… ¿quieres venir?
- Pero mañana yo…
- ¡Por favor! – dice abriendo más los ojos y pestañeando exageradamente para darme pena.
- Está bien… - al final lo ha conseguido…

Te levantas gritando un “gracias” y me abrazas de forma amistosa, provocando que sonría al instante. Pero por desgracia el abrazo no dura ni un segundo porque el agua que había puesto a hervir ha empezado a salir de la cazuela y has ido corriendo a bajar el fuego.

Después de comer nos quedamos un rato hablando y mirando la televisión. Cuando son las once llamamos a un taxi para ir hasta Roppongi, cuando llegamos allí Hikaru, Takaki y Daiki ya nos estaban esperando.
Nada más verlos Yabu se tira encima de Hikaru abrazándolo, y yo no puedo sentirme mal, no porque lo abrace, sé que solo son amigos. Si no por que a mi me abraza igual y eso significa que también solo somos amigos.

- Déjalo ya – me dice Daiki poniéndome la mano en el hombre.

No se como lo hace Daiki para saber exactamente en que estoy pensando. Incluso supo que me gustaba Yabu antes de que yo me diera cuenta, aunque nunca me lo ha preguntando simplemente un día empezó a darlo por supuesto.
Yo le sonreí a Daiki y luego saludé a Takaki y a Hikaru.

Entramos en edificio donde se encontraba la discoteca y nos subimos al ascensor que nos llevó hasta la última planta. Esta es la discoteca favorita de Yabu y Takaki, los dos que salían más de fiesta, sobretodo porque no solía haber fans, solo gente… V.I.P, o al menos adinerada. Además la discoteca tiene salas privadas de Karaoke y a Takaki le encantaba cantar/pegar berridos cuando va borracho.
En cuando entramos los empleados nos dejan entrar gratuitamente y nos señalan una mesa que se encontraba bastante escondida y apartada de las demás. Al parecer habían reservado mesa.

- ¿Qué les traigo? – dice el camarero en cuando nos sentamos.
- Lo de siempre – dijo Takaki – pero doble.
- Vas fuerte, ¿eh Takaki? – le pregunta Yabu.
- Sí, es que se ha peleado con Chinen, - aclara Hikaru- y tiene que beber para olvidar.
- ¡Que no! – Protesta Takaki – lo de Chinen ya está solucionado.
- ¿En serio?
- Sí – vuelve a responder Takaki – ¿Queréis que os cuente con detalle como hicimos las paces? – Todos vamos a decir que no, pero Takaki es más rápido, más que nada porque no ha esperado ninguna respuesta – Pues fui a su casa, no estaban sus padres, así que cuando entré… pam! – Takaki mueve el brazo hacia delante rápidamente y deja la mano abierta, como si estuviera apoyado en una pared invisible – le acorralé contra la pared. Yuri se puso todo rojo porque sabía que iba a venir, y yo aproveché para empezar a besarle el cuello y…
- ¡Vale, vale! – le corta Yabu – No hace falta que nos cuentes tus intimidades hasta tal punto…

Por suerte acaba de llegar el camarero y nos ha traído las bebidas, así que Takaki coge la suya y empieza a beber olvidándose de la conversación.
No es ningún secreto para los JUMP la relación entre Takaki y Chinen, y a decir verdad tampoco lo son sus intimidades, ya que Takaki se lo pasa muy bien viéndonos la cara cuando nos las cuenta.

- ¿Por qué no bebes? – me pregunta de repente Yabu.
- Mañana debería levantarme pronto…
- Va por una no te hará daño – insiste y yo como siempre accedo.

Obviamente no era una, bueno, sí pero una tras otra. Al cabo de una hora estoy yo con un salero de los que se usan para los chupitos de Tequila, tirando sal a todos los que podía mientras les digo “Para que te cases pronto”. Dos horas más tarde se ha acabado la sal y estamos los cinco borrachos en medio del podium bailando entre un montón de chicas que solo están intentando llamar nuestra atención. Una de ellas, la extranjera más alta y rubia lo logra con Hikaru y al cabo de un rato, cuando me giro están en donde teníamos la mesa usando la lengua y no precisamente para hablar.
Poco después a Takaki le coge un berrinche, dice que quiere ir a ver a Chinen, pero Daiki, el que va más sereno de todos, ya que apenas había bebido, no le deja llamarlo porque ya es muy tarde. Así que al final decide llevar a Takaki a su casa.
Luego se gira hacia Yabu y a mi, y le pide a Yabu que me eche un ojo. ¿Tan borracho voy?
Es cierto que casi no veo, pero no recuerdo haber bebido tanto, me siento un momento y me pongo a contar con los dedos de la mano mientras Daiki y Takaki se van. “Primero el Tequila, luego el Vodka, luego otro Tequila, luego el Champany y luego… creo que algo más…” me digo para mis adentros. Vale sí, había bebido bastante.

- ¿Estás bien? – me pregunta Yabu preocupado al verme sentado.
- Sí, sí solo estaba contando – le contesto yo levantándome, pero me levanto demasiado rápido, al menos para lo borracho que iba y me desequilibro estando a punto de caerme. Yabu por suerte es más rápido y me ha sujetado del brazo – estoy bien, estoy bien – le digo yo antes de que hable él.
- No lo estás.
- Tu tampoco es que estés muy bien que digamos – le espeto.
- Pero al menos me aguanto de pie solo… - yo no le digo nada, en eso tenía razón- vamos te llevaré a casa.
- ¿Y Hikaru? – digo yo girándome hacia donde se suponía que tenía que estar pero no lo encuentro.
- Hace rato que se ha ido.

Yo no digo nada más y dejo que Yabu me guía hasta la puerta.
Salimos del edificio contando chistes sin ningún tipo de gracia que en este momento me parecen las cosas más divertidas del mundo. Luego cogemos un taxi hasta mi casa. Yabu se quedará a dormir, porque no están mis padres en casa y le sabe mal llegar a su casa a esas horas de la noche.
En cuando entramos en casa, nos quitamos como podemos los zapatos, y al intentar subir el primer peldaño de la escalera piso mal y me caigo hacia la derecha, donde está la pared. Pero no me he caído solo, porque he cogido a Yabu y me lo he llevado con migo. Él para no caerse ha apoyado una de sus manos en la pared mientras me aprisiona contra la pared sin querer.
La distancia que hay entre los dos era muy pequeña, tanto que casi puedo notar su respiración.

- Lo siento- digo yo – es que me he caído…
- No pasa nada – me contesta aunque sin apartarse. Yo levanto la mirada que hasta entonces había estado fija en el suelo y me encuentro a sus ojos mirándome directamente.
- ¿Sabes? Esto parece lo que nos ha contado esta noche Takaki, la escena es la misma. – me dice de repente.
- Más o menos… - digo yo con un leve sonrojo.


CONTINUARÁ...

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