Autor: Inuyka
Genero: Yaoi (Lemon)
Pareja: Inobu – Takachi (poquito)
Capítulo: 2/4
¿Por qué a cada segundo estoy más cerca de él? ¿Por qué tiene que absorberme su mirada?
Antes de que me de cuenta ya le estoy besando. Sé que si no estuviera borracho no haría nada de todo lo que estoy haciendo, sé que me detendría, pero no puedo parar a mi cuerpo. Lo más sorprendente es que Yabu no se aleja o me aparta, si no que me devuelve el beso.
Nos separamos unos instantes para respirar y nos miramos a los ojos, pero ninguno de los dos dice nada. Nos volvemos a juntar otra vez, aunque esta vez ha sido Yabu el que inicia el beso.
Noto como con la mano que no tiene apoyada en la pared me rodea con la cintura acercándome más a él, a lo que no ofrezco ningún tipo de resistencia. Quiero más contacto, tenerlo más cerca, así que rodeo con mis brazos su cuello y le ayudo en la tarea de acercarnos. Pero al final tanto trabajo no sirve de nada porque nos tenemos que separar para respirar.
Sin querer al separarnos me vuelvo a desequilibrar chocando otra vez con la pared, aunque esta vez estaba más cerca.
Yabu me mira con una sonrisa y se vuelve a acercar, aunque esta vez se dirige a mi cuello.
- Ahora sí es la misma situación – dice antes de tocar mi cuello. Justo después empieza a recorre todo el cuello, besando, mordiendo e incluso succionando, dejando pequeñas marcas por donde pasa.
Espero que mañana no se vean, aunque ahora sinceramente me da bastante igual, solo cierro los ojos y me dedico a disfrutar.
Poco a poco noto como sus manos están jugando por mi espalda por debajo de la camiseta, tengo envidia, yo también quiero tocarlo. Así que poco a poco empiezo a desabotonar todos los botones de su camisa, hasta que al final logro mi cometido y la camisa se desliza hasta el suelo.
Al instante miro su torso y me lo quedo mirando un buen rato, hasta que Yabu se da cuenta y deja de besarme el cuello.
- ¿Qué pasa? – me pregunta.
- Nada – le respondo con una sonrisa acercándolo a mi y volviéndolo a besar lujuriosamente.
Esta vez empiezo a recorrer su espalda con mis manos y él hace lo mismo con la mía mientras me acaba de sacar la camiseta.
Luego, noto como sus manos empiezan a bajar hacia el cierre de mi cinturón y se quedan un rato ahí, jugando hasta que consigue abrirlo.
Después del cinturón desabrocha el botón e introduce una de sus manos, para acariciar mi miembro por encima de la ropa interior. Ante ese contacto yo no puedo evitar soltar un grande suspiro, que es callado por la boca de Yabu.
De repente Yabu para, y quita la mano de dentro del pantalón. Me coge del brazo y empieza a subir las escaleras.
- Vamos a arriba, será más cómodo. – yo no digo nada, pero asiento con la cabeza y le sigo.
Cuando entramos en la habitación me aprisiona contra la puerta y vuelve a besarme otra vez.
Empieza a acariciarme por toda la espalda hasta que llega otra vez hasta mis pantalones e introduce su mano sin ningún problema, esta vez, en vez de soltar un suspiro se me escapa un leve gemido. Yabu empieza a mover su mano por encima de mi ropa interior y yo no puedo evitar empezar a soltar más y más gemidos, se siente muy placentero…
Yabu de repente me mira a los ojos mientras no deja de mover su mano, que ya pasado a estar debajo de la ropa interior.
Noto como me sonrojo y aparto la mirada, pero él con su mano me la vuelve a girar y antes de volver a besarme me susurra en los labios.
- No apartes la mirada, me gusta verte así… de sonrojado… - dice con cierta dificultad justo antes de volverme a besar de nuevo.
Yabu desabrocha totalmente mis pantalones y los empieza a deslizar, para poder acariciar más libremente mi miembro.
De repente libera mi boca y empieza a recorrer mi cuello y sigue deslizando hasta llegar a mis boxers, sopla un poco allí haciéndome estremecer y poco a poco me los saca.
- Ya…Yabu…
Yabu sube la mirada para encontrarse con la mía mientras coge mi miembro y se lo introduce de golpe en boca. Empieza a jugar poco a poco con su lengua, pasándola por la punta y luego recorriendo toda la extensión mientras que con la cabeza empieza un movimiento de vaivén.
Yo no puedo reprimir más los gemidos, pero parece que a Yabu le gustan ya que empieza a moverse más rápido.
Al cabo de poco empiezo a notar un hormigueo en el estomago indicando que no me falta mucho para irme.
- Yabu yo… - intento avisarle. Parece que el lo entiende y se aparta. Vuelve a levantarse poco a poco hasta llegar a mi boca y me besa mientras me lleva hasta la cama. Una vez allí me tumbo debajo y él encima de mí mientras le quito con su ayuda los pantalones y la ropa interior.
Cuando esta desnudo se lleva un dedo a su boca y lo lame lentamente mientras yo lo miro sonrojado y con la respiración agitada. Cuando acaba, lleva el dedo a mi entrada. Poco a poco noto como entra y empieza a moverlo. La verdad es que es un poco molesto pero no tengo tiempo a quejarme porque Yabu se vuelve a aprisionar mi boca. Luego noto un segundo dedo y un tercero, que se mueve dentro mío de forma circular.
Cuando los saca me quejo, ya me había acostumbrado y me gustaba. Pero cuando noto su miembro en mi entrada me paro en silencio. “Creo que va a doler” pienso un instante antes de que empiece a entrar en mi. Entra lentamente pero igualmente duele, aunque no tanto como había pensado. Cuando esta completamente dentro, se queda un rato quieto.
- ¿Estás bien? - me pregunta.
Yo solo asiento con la cabeza y Yabu se empieza a mover, primero con embestidas lentas pero profundas, haciendo que se me escapen leves gemidos cada vez que entra. Al cabo de unos instantes ya no siento dolor solo placer cada vez que se mueve dentro de mí, cosa que hace cada vez más rápido.
- Mmm… Yabu... más… más rápido – le pido ya entre gemidos notorios.
- Inoo… me encantas… eres tan… tan estrecho… m… delicioso – me dice él mientras aumenta aún más el ritmo de las envestidas. Y con una de sus manos empieza a masajear mi miembro al ritmo de sus embestidas.
El ritmo cada vez va más rápido, los gemidos de ambos son más fuertes, tanto que agradezco internamente que no estén mis padres, porque ya no puedo hacer el esfuerzo de acallarlos, y parece que Yabu tampoco.
En un último gemido nos venimos, Yabu dentro mío y yo entre el cuerpo de los dos.
Cuando acabamos nos quedamos mirando fijamente en silencio mientras nuestras respiraciones están acompasadas. Cierro los ojos un momento y noto como todo me da vueltas. “Es verdad… el alcohol…” recuerdo. Hasta ahora lo había olvidado completamente.
Yabu sale poco a poco de mi interior y se sienta a mi lado. Se pone la mano en la cabeza mientras hace una mueca de dolor, parece ser que él también lo acaba de recordar.
- ¿Estás bien? – le pregunto.
- Sí, sí – me contesta- solo… vamos a dormir…
Dicho eso se tumba y coge la manta para taparnos a los dos. Yo me tumbo también y cierro los ojos. Al cabo de pocos instantes caigo en un profundo sueño.
*** *** ***
Al día siguiente me despierto gracias a los rayos del sol que llegan desde la ventana justo hasta mi cara.
Abro los ojos lentamente, y me incorporo, me duele la cabeza “resaca, genial…” pienso mientras me froto los ojos. Cuando acabo miro hacia la habitación, todo estaba ordenado y en su sitio, como siempre. Lo que me sorprende es que en medio de la habitación veo unos pantalones tirados en el suelo, y a poca distancia veo otros pantalones. Eso es lo que me descuadra.
De pronto noto como algo se mueve a mi lado, algo que hasta entonces no me había fijado y de repente un flash viene a mi mente. Yo y Yabu, desnudos, en mi cama, sudando y en una posición un tanto… comprometedora.
- No… no puede ser… - susurro mientras me doy cuenta de que estoy completamente desnudo.
Lentamente me giro hacia la derecha, y me encuentro a Yabu durmiendo placidamente, y por lo que la sábana me permite ver, también desnudo. Cuando lo miro otro flash viene a mi mente: Yabu y yo en las escaleras, besándonos. Giro mi cabeza hacia los dos lados para sacar esa idea en mi cabeza y concentrarme en el problema que tengo a mi derecha, Yabu.
Con miedo decido despertarlo así que lo empiezo a mover del hombro mientras susurro su nombre. Él solo se gira mientras me pide que lo deje dormir cinco minutos más, esa actitud me saca una sonrisa automáticamente pero desaparece cuando Yabu abre los ojos lentamente y me mira con sorpresa.
- ¿Qué… que haces desnudo? – me pregunta sonrojándose.
- Eh… Yabu… ¿te has visto? – le contesto yo. Así que no se acuerda. Yabu baja su mirada encontrándose con su propio cuerpo desnudo.
- No me digas que… - yo no digo nada, solo bajo la cabeza – no… o-oye Inoo… - Yabu se incorpora y empieza a ponerse nervioso casi tartamudeando - ¿tu… te acuerdas?
- Poco… -le contestó- bebimos demasiado… - le digo yo con miedo.
Me río por dentro de mi nerviosismo hace tiempo que me gusta Yabu y muchas veces he soñado con besarlo, con que él me dijera sus sentimientos e incluso he soñado con que acostarme con él. Pero ahora que lo he hecho tengo miedo, miedo de lo que me diga, miedo de cómo va a actuar, miedo de que se arrepienta, miedo de cómo me trate de ahora en adelante…
-Eso creo… -dice Yabu poniéndose de pie y yendo a buscar sus boxers y sus pantalones – eh… Yo creo que me voy. – Cuando acaba se va hacia la puerta, sé que tengo que hacer algo pero no se el que, mi cuerpo no se mueve. Sin pensar mucho me levanto corriendo y sujeto a Yabu del brazo.
- ¡Yabu espera! – le digo mientras les sujeto el brazo, pero Yabu no se gira, ni parece que tenga muchas intenciones de detenerse. – Yo… - la verdad es que no se que decir pero no quiero que se vaya- No te vayas… - solo llego a decir eso.
- Inoo esto no tendría que haber pasado.
- Lo sé, pero… - de echo a mi no me molesta, me ha gustado pero entiendo como se siente él.
- Lo siento pero no me puedo quedar, ahora no.
Después de decir eso se va sin girarse, y de hecho suerte que no lo ha hecho porque hubiera visto como empezaba a llorar. Me quedo en la puerta de la habitación hasta que oigo la puerta de la calle cuando sale Yabu, luego me voy a la cama y me tumbo mientras sigo llorando.
¿Por qué tenia que haberlo hecho? Si no hubiera bebido tanto…
No se cuantas horas llevo aquí tumbado llorando, pero supongo que ya será tarde, porque el móvil no ha parado de sonar en todo el rato. Era Houma, hoy teníamos clase y no he ido. Supongo que se habrá sorprendido al no verme allí ya que le había dicho que iría. Pero me da igual, ya le pediré los apuntes de hoy y mañana sí iré a clase. Pero ahora no me apetece nada más que no sea llorar.
Al final decido ir a ducharme. Error, al entrar en la ducha me relajo un poco, pero pronto he veo alguna de las marcas que me dejó Yabu ayer por la noche y no puedo evitar ponerme a llorar otra vez. Creo que empiezo a parecer tonto, todo el día llorando, pero no puedo remediarlo, las lágrimas salen sin parar.
Cuando acabo de ducharme me voy otra vez a la habitación y me tumbo en la cama, cierro los ojos mientras espero dormirme, se que tardaré ya que es pronto pero no tengo nada que hacer y estar despierto es equivalente a pensar en Yabu.
- Tengo que hablar con él – me digo para mi mismo – así quizás se soluciona todo.
No esperaba que se enamorara de mí de repente pero al menos espero que nuestra relación de amistad no cambie con esto y la mejor forma de arreglar-lo, es hablando con Yabu, aunque me muera de miedo
No se cuanto tardo pero al final con esta idea que me tranquiliza un poco me duermo.
Antes de que me de cuenta ya le estoy besando. Sé que si no estuviera borracho no haría nada de todo lo que estoy haciendo, sé que me detendría, pero no puedo parar a mi cuerpo. Lo más sorprendente es que Yabu no se aleja o me aparta, si no que me devuelve el beso.
Nos separamos unos instantes para respirar y nos miramos a los ojos, pero ninguno de los dos dice nada. Nos volvemos a juntar otra vez, aunque esta vez ha sido Yabu el que inicia el beso.
Noto como con la mano que no tiene apoyada en la pared me rodea con la cintura acercándome más a él, a lo que no ofrezco ningún tipo de resistencia. Quiero más contacto, tenerlo más cerca, así que rodeo con mis brazos su cuello y le ayudo en la tarea de acercarnos. Pero al final tanto trabajo no sirve de nada porque nos tenemos que separar para respirar.
Sin querer al separarnos me vuelvo a desequilibrar chocando otra vez con la pared, aunque esta vez estaba más cerca.
Yabu me mira con una sonrisa y se vuelve a acercar, aunque esta vez se dirige a mi cuello.
- Ahora sí es la misma situación – dice antes de tocar mi cuello. Justo después empieza a recorre todo el cuello, besando, mordiendo e incluso succionando, dejando pequeñas marcas por donde pasa.
Espero que mañana no se vean, aunque ahora sinceramente me da bastante igual, solo cierro los ojos y me dedico a disfrutar.
Poco a poco noto como sus manos están jugando por mi espalda por debajo de la camiseta, tengo envidia, yo también quiero tocarlo. Así que poco a poco empiezo a desabotonar todos los botones de su camisa, hasta que al final logro mi cometido y la camisa se desliza hasta el suelo.
Al instante miro su torso y me lo quedo mirando un buen rato, hasta que Yabu se da cuenta y deja de besarme el cuello.
- ¿Qué pasa? – me pregunta.
- Nada – le respondo con una sonrisa acercándolo a mi y volviéndolo a besar lujuriosamente.
Esta vez empiezo a recorrer su espalda con mis manos y él hace lo mismo con la mía mientras me acaba de sacar la camiseta.
Luego, noto como sus manos empiezan a bajar hacia el cierre de mi cinturón y se quedan un rato ahí, jugando hasta que consigue abrirlo.
Después del cinturón desabrocha el botón e introduce una de sus manos, para acariciar mi miembro por encima de la ropa interior. Ante ese contacto yo no puedo evitar soltar un grande suspiro, que es callado por la boca de Yabu.
De repente Yabu para, y quita la mano de dentro del pantalón. Me coge del brazo y empieza a subir las escaleras.
- Vamos a arriba, será más cómodo. – yo no digo nada, pero asiento con la cabeza y le sigo.
Cuando entramos en la habitación me aprisiona contra la puerta y vuelve a besarme otra vez.
Empieza a acariciarme por toda la espalda hasta que llega otra vez hasta mis pantalones e introduce su mano sin ningún problema, esta vez, en vez de soltar un suspiro se me escapa un leve gemido. Yabu empieza a mover su mano por encima de mi ropa interior y yo no puedo evitar empezar a soltar más y más gemidos, se siente muy placentero…
Yabu de repente me mira a los ojos mientras no deja de mover su mano, que ya pasado a estar debajo de la ropa interior.
Noto como me sonrojo y aparto la mirada, pero él con su mano me la vuelve a girar y antes de volver a besarme me susurra en los labios.
- No apartes la mirada, me gusta verte así… de sonrojado… - dice con cierta dificultad justo antes de volverme a besar de nuevo.
Yabu desabrocha totalmente mis pantalones y los empieza a deslizar, para poder acariciar más libremente mi miembro.
De repente libera mi boca y empieza a recorrer mi cuello y sigue deslizando hasta llegar a mis boxers, sopla un poco allí haciéndome estremecer y poco a poco me los saca.
- Ya…Yabu…
Yabu sube la mirada para encontrarse con la mía mientras coge mi miembro y se lo introduce de golpe en boca. Empieza a jugar poco a poco con su lengua, pasándola por la punta y luego recorriendo toda la extensión mientras que con la cabeza empieza un movimiento de vaivén.
Yo no puedo reprimir más los gemidos, pero parece que a Yabu le gustan ya que empieza a moverse más rápido.
Al cabo de poco empiezo a notar un hormigueo en el estomago indicando que no me falta mucho para irme.
- Yabu yo… - intento avisarle. Parece que el lo entiende y se aparta. Vuelve a levantarse poco a poco hasta llegar a mi boca y me besa mientras me lleva hasta la cama. Una vez allí me tumbo debajo y él encima de mí mientras le quito con su ayuda los pantalones y la ropa interior.
Cuando esta desnudo se lleva un dedo a su boca y lo lame lentamente mientras yo lo miro sonrojado y con la respiración agitada. Cuando acaba, lleva el dedo a mi entrada. Poco a poco noto como entra y empieza a moverlo. La verdad es que es un poco molesto pero no tengo tiempo a quejarme porque Yabu se vuelve a aprisionar mi boca. Luego noto un segundo dedo y un tercero, que se mueve dentro mío de forma circular.
Cuando los saca me quejo, ya me había acostumbrado y me gustaba. Pero cuando noto su miembro en mi entrada me paro en silencio. “Creo que va a doler” pienso un instante antes de que empiece a entrar en mi. Entra lentamente pero igualmente duele, aunque no tanto como había pensado. Cuando esta completamente dentro, se queda un rato quieto.
- ¿Estás bien? - me pregunta.
Yo solo asiento con la cabeza y Yabu se empieza a mover, primero con embestidas lentas pero profundas, haciendo que se me escapen leves gemidos cada vez que entra. Al cabo de unos instantes ya no siento dolor solo placer cada vez que se mueve dentro de mí, cosa que hace cada vez más rápido.
- Mmm… Yabu... más… más rápido – le pido ya entre gemidos notorios.
- Inoo… me encantas… eres tan… tan estrecho… m… delicioso – me dice él mientras aumenta aún más el ritmo de las envestidas. Y con una de sus manos empieza a masajear mi miembro al ritmo de sus embestidas.
El ritmo cada vez va más rápido, los gemidos de ambos son más fuertes, tanto que agradezco internamente que no estén mis padres, porque ya no puedo hacer el esfuerzo de acallarlos, y parece que Yabu tampoco.
En un último gemido nos venimos, Yabu dentro mío y yo entre el cuerpo de los dos.
Cuando acabamos nos quedamos mirando fijamente en silencio mientras nuestras respiraciones están acompasadas. Cierro los ojos un momento y noto como todo me da vueltas. “Es verdad… el alcohol…” recuerdo. Hasta ahora lo había olvidado completamente.
Yabu sale poco a poco de mi interior y se sienta a mi lado. Se pone la mano en la cabeza mientras hace una mueca de dolor, parece ser que él también lo acaba de recordar.
- ¿Estás bien? – le pregunto.
- Sí, sí – me contesta- solo… vamos a dormir…
Dicho eso se tumba y coge la manta para taparnos a los dos. Yo me tumbo también y cierro los ojos. Al cabo de pocos instantes caigo en un profundo sueño.
*** *** ***
Al día siguiente me despierto gracias a los rayos del sol que llegan desde la ventana justo hasta mi cara.
Abro los ojos lentamente, y me incorporo, me duele la cabeza “resaca, genial…” pienso mientras me froto los ojos. Cuando acabo miro hacia la habitación, todo estaba ordenado y en su sitio, como siempre. Lo que me sorprende es que en medio de la habitación veo unos pantalones tirados en el suelo, y a poca distancia veo otros pantalones. Eso es lo que me descuadra.
De pronto noto como algo se mueve a mi lado, algo que hasta entonces no me había fijado y de repente un flash viene a mi mente. Yo y Yabu, desnudos, en mi cama, sudando y en una posición un tanto… comprometedora.
- No… no puede ser… - susurro mientras me doy cuenta de que estoy completamente desnudo.
Lentamente me giro hacia la derecha, y me encuentro a Yabu durmiendo placidamente, y por lo que la sábana me permite ver, también desnudo. Cuando lo miro otro flash viene a mi mente: Yabu y yo en las escaleras, besándonos. Giro mi cabeza hacia los dos lados para sacar esa idea en mi cabeza y concentrarme en el problema que tengo a mi derecha, Yabu.
Con miedo decido despertarlo así que lo empiezo a mover del hombro mientras susurro su nombre. Él solo se gira mientras me pide que lo deje dormir cinco minutos más, esa actitud me saca una sonrisa automáticamente pero desaparece cuando Yabu abre los ojos lentamente y me mira con sorpresa.
- ¿Qué… que haces desnudo? – me pregunta sonrojándose.
- Eh… Yabu… ¿te has visto? – le contesto yo. Así que no se acuerda. Yabu baja su mirada encontrándose con su propio cuerpo desnudo.
- No me digas que… - yo no digo nada, solo bajo la cabeza – no… o-oye Inoo… - Yabu se incorpora y empieza a ponerse nervioso casi tartamudeando - ¿tu… te acuerdas?
- Poco… -le contestó- bebimos demasiado… - le digo yo con miedo.
Me río por dentro de mi nerviosismo hace tiempo que me gusta Yabu y muchas veces he soñado con besarlo, con que él me dijera sus sentimientos e incluso he soñado con que acostarme con él. Pero ahora que lo he hecho tengo miedo, miedo de lo que me diga, miedo de cómo va a actuar, miedo de que se arrepienta, miedo de cómo me trate de ahora en adelante…
-Eso creo… -dice Yabu poniéndose de pie y yendo a buscar sus boxers y sus pantalones – eh… Yo creo que me voy. – Cuando acaba se va hacia la puerta, sé que tengo que hacer algo pero no se el que, mi cuerpo no se mueve. Sin pensar mucho me levanto corriendo y sujeto a Yabu del brazo.
- ¡Yabu espera! – le digo mientras les sujeto el brazo, pero Yabu no se gira, ni parece que tenga muchas intenciones de detenerse. – Yo… - la verdad es que no se que decir pero no quiero que se vaya- No te vayas… - solo llego a decir eso.
- Inoo esto no tendría que haber pasado.
- Lo sé, pero… - de echo a mi no me molesta, me ha gustado pero entiendo como se siente él.
- Lo siento pero no me puedo quedar, ahora no.
Después de decir eso se va sin girarse, y de hecho suerte que no lo ha hecho porque hubiera visto como empezaba a llorar. Me quedo en la puerta de la habitación hasta que oigo la puerta de la calle cuando sale Yabu, luego me voy a la cama y me tumbo mientras sigo llorando.
¿Por qué tenia que haberlo hecho? Si no hubiera bebido tanto…
No se cuantas horas llevo aquí tumbado llorando, pero supongo que ya será tarde, porque el móvil no ha parado de sonar en todo el rato. Era Houma, hoy teníamos clase y no he ido. Supongo que se habrá sorprendido al no verme allí ya que le había dicho que iría. Pero me da igual, ya le pediré los apuntes de hoy y mañana sí iré a clase. Pero ahora no me apetece nada más que no sea llorar.
Al final decido ir a ducharme. Error, al entrar en la ducha me relajo un poco, pero pronto he veo alguna de las marcas que me dejó Yabu ayer por la noche y no puedo evitar ponerme a llorar otra vez. Creo que empiezo a parecer tonto, todo el día llorando, pero no puedo remediarlo, las lágrimas salen sin parar.
Cuando acabo de ducharme me voy otra vez a la habitación y me tumbo en la cama, cierro los ojos mientras espero dormirme, se que tardaré ya que es pronto pero no tengo nada que hacer y estar despierto es equivalente a pensar en Yabu.
- Tengo que hablar con él – me digo para mi mismo – así quizás se soluciona todo.
No esperaba que se enamorara de mí de repente pero al menos espero que nuestra relación de amistad no cambie con esto y la mejor forma de arreglar-lo, es hablando con Yabu, aunque me muera de miedo
No se cuanto tardo pero al final con esta idea que me tranquiliza un poco me duermo.
CONTINUARÁ...
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