miércoles, 28 de septiembre de 2011

[Fic] Itoshii otonari

Título: Itoshii otonari (el vecino que tanto amo)
Autor: Inuyka
Género: Incríblemente shounen-ai
Capítulos: One-shot
Comentarios: Maldigo a los **** artículos científicos y sus traducciones, espero que se hagan solos mientras escribo esto :3


Por cierto! Le dedico esto a mi compañero de piso, que si no fuera por su vida tan activa yo no tendría material para escribir fanfics XD

Y a mi imotou, que aunque no es lemon... algo es algo XD




Inoo volvió a mirar por la ventana y dejó ir un suspiro en voz alta. Instantes antes acababa de ver pasar su vecino y justo detrás su novio desde la ventana de su comedor.
Iba a apartarse cuando vio salir a su vecino otra vez hacia su novio, y allí estaba otra vez su característico masoquismo, ¿no podía simplemente apartar la mirada y no ver como el chico que le gustaba se besaba con otro?

Llevaba enamorado de él desde que lo vio por primera vez, cuando él y su famita se mudaron a su bloque de pisos. La primera vez que lo vio fue cuando estaban en plena mudanza y al abrir la puerta del ascensor se lo encontró rodeado de cajas.
El menor le sonrió y se presentó, quedándose prendido, desde el primer instante, de esa hermosa sonrisa. Pero el contacto duró poco ya que el menor debía llegar a su casa.
Durante los siguientes cuatro años apenas habían hablado, solo las típicas conversaciones de ascensor “¿Qué tal?”, “Hace calor, ¿Verdad?” pero solo con eso ya podía asegurar que le gustaba… y mucho…

Parpadeó un par de veces al reaccionar ante lo que acababa de ver sacándolo de sus pensamientos. Daiki, su vecino acababa de golpear a su “novio” y volvía a entrar en el edificio mientras el rubio se quedaba inmóvil en la calle.

- A lo mejor han cortado… - susurró con una sonrisa para sí mismo.

Fue hacia el ordenador de su habitación y lo encendió, tenía que mandarle un correo a su mejor amigo.

“Deberías confesarte, ¡Es tu oportunidad!” le contestó.
A leer eso Inoo se estresó y se levantó de golpe de la silla mientras empezaba a chillarle de todo a su amigo a través del ordenador, ¿Cómo se le ocurría decir esas cosas? ¡Si prácticamente no había hablado con Daiki!

Salió al balcón para despejarse un poco, la simple idea de declararse lo ponía demasiado nervioso, más que nada porque sabía que sería rechazado al instante, suficientes pocas veces lo veía con que además de verlo poco, el menor lo evitara por tenerle miedo…

En cuando salió fuera, una suave brisa le acarició la cara y la aprovechó inspirando fuertemente, aunque su inspiración se vio interrumpida al ver, dos pisos más abajo y uno a la derecha a su vecino. Estaba apoyado contra la barandilla mientras miraba la luna llena.
La verdad es que se veía triste, pero eso no quitaba el hecho de que se veía hermoso. Sin poder evitarlo Inoo se acercó hacia su barandilla y se incorporó para verlo mejor.
Llevaba tanto tiempo queriendo hablar con él… el solo hecho de conocerlo le servía, quería conocerlo, saber como era… seguro que era mucho más divertido y amable de lo que se imaginaba pero sobretodo quería reír con él, ver su sonrisa y si era él el que la causaba, mejor. No deseaba nada más que verle sonreír una y otra vez.
Y como si sus plegarias hubieran sido escuchadas el menor se giró hacia él, al principio se sorprendió, no sabía que su vecino también estaba fuera, pero le sonrió y decidió entrar en su casa.
A Inoo esa sonrisa le pareció la más bonita del mundo y se la devolvió en cuando fue capaz de sonreír, pero Daiki ya había entrado en su casa…

- Debería decirle algo… - dijo mientras se daba la vuelta y se apoyaba a la barandilla de espaldas.

*** ***


Las semanas pasaron y al suerte no estuvo a favor de Inoo, en todo ese tiempo solo había visto al menor en una ocasión e iba acompañado de su madre, pero al menos, no había visto a su novio tampoco, eso indicaba que ya no estaban juntos.

Eran las siete de la tarde y tenía que hacerse la cena, pero no le quedaban ingredientes, por no decir que tenía la nevera completamente vacía, así que tenía que ir a comprar.
Salió a la escalera y vio que el ascensor estaba ocupado, estuvo tanteando si debía bajar por las escaleras o esperar a que el ascensor se quedara libre, pero justo en ese momento la luz roja se apagó e Inoo le dio al botón.

Por otra parte, dos pisos más abajo Daiki acababa de entrar al ascensor con la maleta para su padre, ya que éste se iba de viaje y mientras él iba a buscar el coche, Daiki se había ofrecido a bajarle la maleta.
Esperó a que llegara el ascensor y entró, iba a darle al botón para ir a la planta baja pero alguien fue más rápido, supuso que era su padre así que no se preocupó.
Cuando el ascensor se detuvo con la espalda abrió la puerta de golpe golpeando sin querer a la persona que se encontraba al otro lado.

-¡Perdón! – se disculpó Daiki al ver que era su vecino.
- Tranquilo – le dijo Inoo con una sonrisa mientras se quedaba mirando la enorme maleta que llevaba.
- Esto no es la planta baja ¿verdad?
- No, el ático – dijo mientras se empezaba a preguntar el porque de ésa maleta tan grande. – ¿Se irá? – preguntó en un susurro inaudible incluso para Daiki que estaba muy cerca.
- Bueno, pues yo me voy… - dijo Daiki apartándose de la puerta y volviendo a entrar en el ascensor.
- ¡Espera! – gritó Inoo prácticamente desesperado.
- Dime – le contestó con una sonrisa.
- ¿Podemos hablar? – Mierda… eso no era lo que le quería decir.
- ¿Eh? Si claro…
- Es que… me gustas. – Eso era peor que lo de antes, seguro que ahora Daiki salía corriendo.
- ¿Cómo?
- Bu-bueno, eres gay ¿no? – se quedó callado unos instantes no estaba arreglando nada – Es que te he visto varias veces con tu novio…
- ¿Con Takaki? Aunque bueno… mejor di exnovio. – Al oír eso los ojos de Inoo brillaron de la felicidad.
- ¿A sí? Pues ya quedaremos…. Para tomar algo, ¡bueno si quieres claro! – Ya puestos… después de haberle dicho todo eso, ya no venía de aquí… ¿Desde cuando se había vuelto una persona tan directa?

Daiki se lo miraba sorprendido, ¿Qué le pasaba a su vecino del ático? ¡De casi toda la vida! Estaba tan sorprendido que se quedó callado sin saber que decir hasta que Inoo volvió a hablar.

- Bueno, creo que deberías bajar, yo iré andando – soltó la puerta, se giró y se fue prácticamente corriendo escaleras abajo.

Cuando llegó a la primera planta vio al padre de Daiki que bajaba del coche y aceleró el paso, pasó por delante de él sin decirle nada y una vez hubo llegado a la calle empezó a correr hacia el supermercado. ¿Cómo le había podido decir todo eso?

- Daiki, ¿cómo es que has tardado tanto?
- Es que me he encontrado con el vecino.
- ¿El del ático? – Daiki afirmó con la cabeza, aún no podía acabar de creerse lo que había ocurrido unos instantes antes. - ¿Y te has puesto a hablar con él?
- Más o menos… oye… ¿Sabías que es gay?
- ¿Quién?
- Inoo
- ¿El vecino? – Daiki volvió a afirmar - ¿Cómo lo sabes?
- Da igual… - dijo sacándole importancia.

Le llevó la maleta hasta el coche y allí se despidió de su padre y volvió a entrar en casa.
En toda la tarde no pudo sacarse las palabras de su vecino de la cabeza. ¿En verdad estaba enamorado de él? Pero si prácticamente no habían hablado… Aunque si lo pensaba bien… su vecino era bastante atractivo…
Movió la cabeza de un lado a otro intensamente, ¿Cómo podía empezar a pensar así? Cinco semanas sin novio y ya se estaba empezando a volver un desesperado.
Salió al balcón de su habitación para refrescarse, pero cuando salió recordó la última vez que había salido para pensar, el día que había roto con Takaki… aunque eso ya era agua pasada. Entonces su mirada se desvió dos pisos más arriba y uno a la izquierda, pero no había nadie… ¿Cómo debía mirarlo la próxima vez que lo viera?

El primer encuentro fue otra vez en el ascensor, Inoo bajaba y el ascensor se paró en la segunda planta, cuando la puerta se abrió estaba Daiki. Se subió en silencio y ninguno de los dos dijo nada durante el trayecto, que aunque era de unos pocos instantes, para ellos pareció eterno. El siguiente encuentro fue mucho más incomodo de lo que ambos podían imaginar. Daiki iba con su madre a comprar y en la planta baja se encontraron con Inoo y su madre que lo iba a visitar. Como ambas madres se conocían, se quedaron a hablar un buen rato, y mientras tanto ellos no paraban de mirarse disimuladamente pero con vergüenza. Según Daiki, el que debía decir algo era Inoo, puesto que era él el que se había declarado. Se lo había estado pensado y llegó a la conclusión que si volvía a ofrecerse para ir a tomar algo con él aceptaría, total ya no tenía novio y debía conocer gente nueva.
En cambio para Inoo era bastante distinto, él ya se había declarado (aunque prácticamente involuntariamente) y si Daiki quería algo debía ser él el que hablara.

- Oye, ¿Y por que no te pasas un rato cuando acabes de comer y recordamos viejos tiempos? – propuso la madre de Daiki.
- ¿De verdad? ¡Me encantaría! Cuando acabemos de comer, nos pasamos un momento.

“¡¿Nos?¡ ¡¿Los dos?¡” pensaron tanto Inoo como Daiki. Pero no les dio tiempo a pensar mucho más en eso ya que sus respectivas madres siguieron con su camino y ellos tuvieron que hacer lo mismo.

*** ***

Después de comer, entre los dos recogieron la mesa y se dispusieron a ir a casa de sus vecinos, de dos pisos más abajo. La verdad que Inoo estaba ilusionado. Al principio había odiado profundamente a su madre por sus locas ideas, y obligarlo a ir con ella a casa de Daiki. Sabía que éste lo miraría raro y se sentiría incómodo, pero luego le vio la parte positiva y era la que hablaría –casi seguro- con él, era una oportunidad de conocerlo.
Pero para su desgracia, cuando la madre de Daiki fue a recibirlos y abrió la puerta él no estaba. Su última esperanza era que estuviera en el comedor, pero allí tampoco estaba.
Se sentó junto con su madre y deseó internamente que apareciera mientras la madre de Daiki iba a la cocina a buscar el té.
Pero seguía sin aparecer.

Cuando por fin, la mujer llegó se dio cuenta de que Inoo estaba mirando hacia todas partes y supuso que buscaba a alguien de su propia edad con quién hablar.

- Perdona Inoo, se que aquí te aburrirás, ¿Por qué no vas a la habitación de Daiki? Él está allí y seguro que tenéis más temas de conversación que con nosotras – dijo con una hermosa sonrisa. Al menos sabía de dónde le venía la sonrisa a Daiki.

Inoo le sonrió nervioso y fue hacia el pasillo, sabía cuál era la habitación de Daiki porque era la que daba al balcón aunque prefirió disimular y preguntarle amablemente a su madre.

- ¡Claro! Que despistada, perdona, es la habitación del fondo a la derecha. – Inoo le dio una pequeña reverencia y siguió adelante.

Cuando llegó ante la puerta respiró un par de veces y decidió llamar a la puerta, en cuando dio un par de golpes se arrepintió de inmediato ¿Qué hacia él allí? Quería irse, desaparecer y luego esfumarse otra vez, pero una voz al otro lado de la puerta le hizo recobrar el valor.

-¿Si? – Allí estaba otra vez esa perfecta y dulce voz.

Inoo abrió la puerta vergonzosamente y sacó la cabeza.

- Perdona… es que tu madre me ha dicho que viniera…
- Claro, ella está con tu madre ¿no? – Preguntó con una sonrisa haciendo que Inoo se la devolviera al instante - ¡Pasa, pasa! – dijo lo más sereno que pudo, en realidad también estaba nervioso, pero sentía una enorme curiosidad de saber como era el mayor.

Inoo entró lentamente, siempre había tenido curiosidad por saber como era la habitación de Daiki, y no era para nada como se la esperaba, pero le gustaba mucho más. Las paredes eran blancas pero tenían algún que otro póster colgado y la mesa estaba llena de fotos de los que suponía que eran sus amigos. La habitación estaba muy ordenada pero el armario estaba abierto, por el que pudo ver que tenía una gran cantidad de ropa y ordenada por colores, sonrió al ver eso y recordar que él durante un tiempo lo había hecho, pero había desistido porque en el fondo era muy desordenado.
Daiki, que lo había estado observando todo el rato en silencio, se fijó que estaba mirando al armario y que sonreía, así que supuso que reía por su curiosa forma e ordenar la ropa, en ese instante notó como le apoderaba la vergüenza y se le subían los colores.

- El armario…la ropa… - empezó a decir
-Tranquilo, yo también la ordené un tiempo por colores, pero acabó desordenada en dos semanas.
- Bueno… hay que tener paciencia para volver a ordenarla – dijo Daiki más tranquilo al ver la sonrisa de Inoo. Nunca se había fijado, pero era muy bonita…
- Creo que no tengo tanta paciencia.

Después de eso se quedaron en silencio. Ninguno de los dos sabía de decir ni cómo romper el hielo, ya que estaba bastante claro que debido a su anterior conversación el ambiente estaba bastante tenso.

- Oye yo… -empezó a decir Inoo – creo que deberías olvidar lo que te dije.
- ¿Por qué? –preguntó curioso.
- Simplemente no creo que sea una buena forma de conocer a alguien.
- Ya nos conocíamos –insistió Daiki
- Esa era la primera vez que hablamos de algo que no fuese el tiempo.
- Eso es verdad… - dijo en voz baja Daiki algo triste - ¿Y no sientes lo mismo? – esta vez eran la palabras de Daiki que lo traicionaban.
- ¿Cómo? – preguntó sorprendido Inoo. - ¿Qué si me gustas? – Daiki afirmó levemente con la cabeza – Sí, me has gustado desde la primera vez que te vi, y me sigues gustando ahora, solo que no quiero que me tengas miedo.
- No te tengo miedo.
- Pues no es muy normal que alguien se te declare como lo hice yo… - dijo Inoo rascándose el cuello.
- La de ahora ha estado mejor. – dijo con una sonrisa.
- ¿Eh?- dijo Inoo sorprendido.
- La de ahora me ha gustado más, ¿sigues queriendo ir a tomar algo? – le dijo directamente al ver que el mayor no volvería de pedírselo.
- ¿Lo dices… en… serio? – ahora sí creía que estaba en un sueño. Pero Daiki no dijo nada, solo afirmó con la cabeza.
- ¿De verdad? – preguntó emocionado el pelinegro mientras se acercaba a Daiki con las dos manos juntas y miles de estrellitas en los ojos.
- ¡Que sí! – dijo divertido Daiki al ver la emoción del mayor, no sabía que podía llegar a ser tan tierno, definitivamente, no se arrepentía de su decisión.
- ¡Estoy tan feliz que te daría un beso! – Exclamó sin querer – digo…

Daiki se quedó en silencio, tenía a Inoo muy cerca y la frase lo había descolocado, pero tampoco le desagradaba la idea… ahora que mira sus labios… eran muy apetecibles…
Y sin darse cuenta acortó el espacio que los separaba mientras cerraba los ojos. Inoo entendió al momento lo que el menor pretendía hacer y le ayudó. Cerró sus ojos y se acercó a él para besarlo. En cuando sus labios entraron en contacto automáticamente se empezaron a mover en un movimiento sincrónico, mientras lentamente Daiki abría la boca para dejar paso a la lengua de Inoo que ya estaba inquieta para explorar la cavidad del menor.
Instantes después tuvieron que separarse porque la madre de Inoo lo llamaba para irse.

- Me tengo que ir… - dijo en susurro que Daiki pudo entender a la perfección por la cercanía.
- ¿Nos vemos mañana? – preguntó el menor ansioso, ese beso le había gustado demasiado.
- A las cinco – le confirmó Inoo – Quiero conocerte ¡Y es una cita! – dijo antes de abrir la puerta de la habitación para salir de ella.

Daiki solo sonrió y se tumbó sobre la cama aún con la sonrisa en la cara. Nunca imaginó que su vecino besara tan bien, ya tenía ganas de que fuera el día siguiente a las cinco… tenía ganas de volver a besarlo.

- Yo también quiero conocerte… - dijo antes de cerrar los ojos.




FIN

6 comentarios:

  1. Kyaaaaaaaaa!!!!! >////<
    Nee-chan, está genial!!!!!!! (aunque no tenga lemon XD)
    Que bonito~ Lo siento por Takaki pero ahora Dai será de Inoo <3
    Me gustó el que fueran vecinos, en el ascensor solo se habla del tiempo, tienen que quedar ya XD
    Con ese beso no me extraña que quiera quedar, quien no lo haría? *///*
    Arigato nee-chan por dedicármelo <3

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  2. Adjkasfhasjfasjkjdaskvfa kawaiiiiii~
    Te pediría continuación, pero sería pedir demasiado XP y así queda bonito ♥

    Por cierto, en verdad Takaki ha dejado a Daiki por mí, ¿verdad? Se lee entre líneas clarísimamente xDDDDDDDDDDDDDDDD

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  3. *_____________*
    Yo también votaría por una continuación (con mucho lemon y algo de dirty talk como a mí me gusta XD) pero tampoco quiero agobiarte. Pero es que la historia es TAN bonita y el InooDai es tan que <3333
    Btw, curioso eso besarse antes de la cita. Normalmente suele ser al revés xDDD

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  4. Yo sabía!!! Inoo lo enamoró con sus labios XD
    Hasta me han dado ganas de hacer un drabble LOL
    Aasdasdasdsd gracias por este Inoodai ;w;♥!
    Tan bonito y assdasdsad ;w;♥!
    Escribe tus otros fics >3>!

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  5. Esta muy lindo *W*
    muy shonen ai, es el primer fic que leo de ti y me encanto, sige asi, escribes muy bien ;D
    saludos
    =)

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  6. no hizo falta el lemmon...te quedó genial..a mi me gustó un monton..

    felicidades ^^

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